miércoles, abril 15, 2009

LA HISTORIA DE GARFIELD.... MI GATO

Resulta difícil el entrar en los sentimientos de las personas, valorarlos con la finalidad de sacar fuera lo que de bueno existe en ellos y si además el sentimiento de amor es hacia los animales, aún resulta más difícil porque no todos sentimos de la misma forma, pero indudablemente si que sabemos discernir donde está lo correcto y lo incorrecto.

Sin moralejas, sin consecuencias morales ni de ningún otro tipo , hoy quiero contaros un cuento, tan real como la vida misma:

En un pueblo precioso de la geografía andaluza, de cuyo nombre suelo acordarme todos los días un montón de veces, había unos niños pequeños jugando en los barrancos de detrás de las casas. De pronto oyeron un ruido extraño y un leve maullido de gato pequeñito que salía de entre las hierbas y cardos borriqueros del camino, les orientó hacia el lugar donde un pequeño gatito estaba acurrucado, dando tiritones, con grandes ojeras cuajadas de lágrimas e implorando piedad y ayuda para que su existencia no acabase allí entre los matojos del barranco.

Los crios rodearon al tierno animal que sin duda alguna llevaba varios días abandonado a la suerte cierta de dejar la existencia terrenal en el mínimo tiempo posible.

Con menos años de los que tiene ahora, nuestro héroe se convirtió en un verdadero “flan” y con sus manitas atrapó al pobre gatito que le miraba fijamente como al pan que cae del cielo y los niños le siguieron para ver la reacción de los padres y con la seguridad de que volverian al barranco con el flacucho animal.

¡mamá, mamá… mira lo que traigo ….. este nos lo quedamos…! Y aquellos padres se miraron con una mirada de pena por el gatito pero con la idea de que aquello no se podía quedar en la casa por un montón de motivos bastantes razonables.

Hoy a los niños se les contradice poco, así que nuestro gatito recibió inmediatamente el nombre de Garfield, se le puso un platito con leche y se le dejó allí con las ideas bastantes claras de que en cuanto el niño saliese por la puerta el gatito volvería al barranco de donde había venido.

Cuando Garfield tomó su primera leche de momento se le notó una gran mejoria física y como el niño lo trasladó a su habitación, ya resultaba más difícil acometer las ideas premeditadas de deshacerse del animal.

Lo más difícil fue convencer al cabeza de familia pero ante tantos amigos que aparecieron a favor del gatito, fueron pasando los días y Garfield visitó por primera vez al veterinario que le administró las vacunas pertinentes y poco a poco se convirtió en un miembro más de la casa.

El ojito derecho de Garfiel es su amigo Victor David al que espera todos los días cuando éste regresa del colegio y se mete en la habitación para que sepa que le está compañando con sus carantoñas habituales.

Han pasado los meses y hasta los años por lo que Garfield es un adulto que se permite coger el mejor sitio en el sofá cuando hace frio junto a la mesa camilla. Los buenos cuidados de sus dueños le han permitido vivir sin problemas de salud y metiéndose cada vez mas “adentro” de los corazones de estos amantes de los animales.

Ni los gatos están hoy exentos de padecer piedras en la vejiga, así que de pronto nuestro querido garfield, comenzó a ponerse hinchado y a no querer comer ni beber por lo que se le trasladó de urgencias al hospital para animales.

En el centro hospitalario se le practicó un gran reconocimiento y tras la ecografía pertinente se le detectaron varias piedras en la vejiga de la orina que no permitia la salida del líquido por lo que precisaba de una intervención quirúrgica muy rápida para intentar salvar la vida del felino.

Tras la difícil operación, nuestro Garfield se encuentra muy mejorado y hasta ha comenzado a comer y beber poco a poco por lo que su recuperación es un hecho, aunque esté con su gorrito blanco y sus sondas que le permiten desenvolverse mucho mejor.

No es un cuento precioso, es una realidad bonita, motivada por los cambios de vida que las épocas marcan pues yo que me presenté muchas veces en casa con gatitos y perritos que habían sido tirados al barranco, no pude conseguir convertirme en héroe de quedármelos conmigo pero comprendía la razón de mis progenitores, simplemente porque la vida era de otra manera y los comportamientos hacia los animales también eran distintos.

En la familia de Garfield han pasado unos dias bastante malos y la tristeza les ha envuelto a todos porque nuestro gatito, aquel que fue salvado de los matojos del barranco, se ha ganado el cariño de todos y espera seguir disfrutando de la vida durante algún tiempo más entre los suyos, dejándoles que puedan dormir con los jamones.

Dado que Garfield no tiene el privilegio de ser Miercolero, le nombraremos “ Juevero” por un día, ya que parece ser nos visitará mañana Jueves en Torreguadiaro, donde le obsequiaremos con piñonate “mojaito” en leche.

¡ Felicidades por tu recuperación amigo Garfield!

¡ Un abrazo Victor David de tu amigo Paco!

Currini.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Paco parece que estabas aqui cuando vino garfiel. gracias por todo , luego nos veremos un abrazo , victoria

Carmen dijo...

Qué historia tan bonita, es una historia de las que todos deberíamos aprender.
Sobre todo los que abandonan a sus mascotas cuando llegan las vacaciones... bueno no sigo porque esta historia es alegre y verdadera, y lo que yo estaba contando es triste y por desgracia también verdadero.

Bueno, pues felicita a nuestro amigo Garfield por su pronta recuperación y que tengáis una feliz tarde.

Un besito!

PD: Ya veo que hasta Garfield va a probar el piñonate antes que yo

Anónimo dijo...

hola, me pueden decir si su veterinario les dijo alguna vez de q raza es su gato? de antemano gracias

Currini dijo...

En realidad no nos ha dicho la raza de nuestro gato. Puesto que lo encontramos abandonado puede que tenga mezclas. Saludos